domingo, 7 de abril de 2019

EL VALOR DEL DEPORTE EN LA SOCIEDAD

Estoy totalmente de acuerdo con este artículo, en el quequeda muy claro el enorme valor social del deporte y lo que deportistas y ex deportistas pueden aportar a la sociedad. De hecho creo que no hay ninguna otra disciplina que tenga el poder de arrastrar y unir a grandes masas (incluso países) como el deporte. Pero creo también que el deporte ha ido perdiendo ese valor añadido desde hace mucho tiempo, hasta llegar al momento actual en el cual su credibilidad como actividad formadora está totalmente en entredicho. ¿Por qué y cómo hemos llegado hasta este punto?

La explicación desde mi punto de vista es que se ha caído en la trampa de no valorar el camino y perseguir sola y únicamente el resultado, cayendo en las garras del famoso y conocido 'El fin justifica los medios'.

Y el resultado de esta manera de enfocar el deporte es el doping. Deportistas que han sido iconos, mitos y héroes durante muchos años van cayendo uno tras otro y con ellos van derrumbándose los sueños de muchas personas que han creído en ellos y que les han tenido como ejemplos a seguir durante mucho tiempo. Ellos por desgracia también se han dejado seducir por la gloria, la fama, el dinero, el éxito...pero a costa de qué. En esta sociedad capitalista en la que vivimos se dice que todo tiene un precio en esta vida, pero yo digo que nuestros principios y valores no solo no tienen precio, sino que ni siquiera tendrían que estar en venta.

Por el hecho de la enorme influencia que tiene el deporte y los deportistas en la sociedad, habría que tener mucho más cuidado en como utilizar este instrumento. Por ejemplo, el espíritu competitivo existente en el deporte de élite y tan ansiado por todo tipo de empresas para conseguir los mejores resultados es solo eficaz si se utiliza de forma correcta. De lo contrario nos encontramos con lo que ha pasado en los últimos años, que ese espíritu competitivo mal entendido ha destruido todos los sentimientos de cooperación y solidaridad porque se ha concebido el éxito no como el resultado del amor al trabajo bien realizado, sino como el estallido de la ambición personal y la supresión del miedo a no triunfar.

Por lo tanto, estoy de acuerdo en que el deporte sea utilizado en todos los ámbitos sociales como instrumento de cambio y transformación, pero para ello debemos entre todos los que creemos en esa afirmación transmitirlo y utilizarlo de la manera adecuada para que tenga el impacto correcto. Estos son mensajes y mi modo de ver de como se debería de transmitir el deporte como herramienta de transformación social:

El deporte no es solo una práctica puramente corporal. Altera profundamente toda la persona, estimula distintas capacidades y dimensiones y fortalece y dinamiza sus múltiples inteligencias. No solo la corporal o kinestésica, sino la emocional y social en especial, las cuales ayudan a cultivar las relaciones humanas.

El deporte practicado de un modo continuado enseña a dominar y a canalizar emociones negativas y a expresar y a comunicar adecuadamente emociones positivas.

El deporte es una actitud ante la vida. Hay en él una defensa contra el anquilosamiento y a través de él se estimula la autotranscendencia.

Practicar deporte requiere disciplina y autocontrol, educándote en el conocimiento y dominio de ti mismo.

El deporte es una escuela de valores nobles como la lealtad, el sufrimiento, la fraternidad...siendo las virtudes de un buen deportista la lealtad, la obediencia, el espíritu de renuncia, la fidelidad a los compromisos, la modestia, la generosidad, la honestidad...

El deporte desarrolla el carácter, hace valiente a la persona, ayuda al desarrollo intelectual y fortalece la resistencia y la voluntad.

Por último, el deporte fortalece la resiliencia (capacidad de levantarte, adaptarte y ser flexible ante las situaciones nuevas y/o difíciles).

Después de mis 15 años como jugador profesional os puedo asegurar que lo más bonito que se te queda dentro no son ni los títulos ni el dinero ganado (los llamados objetivos), sino la manera en como uno ha recorrido el camino que lleva a la obtención de esos objetivos. Esa forma de recorrer el camino es la diferencia entre los verdaderos ganadores y perdedores y lo que da el auténtico sentido a practicar deporte. No vendamos pues el deporte como instrumento que ayuda a conseguir objetivos, victorias, "éxitos", fama, notoriedad....sino como escuela de vida que aporta valores que ayudan a conocerse a uno mismo y a crecer como persona, e instrumento que te ayuda a recorrer el camino de la vida de forma noble y auténtica. Estoy seguro de que si desde mañana fuese ese el mensaje transmitido en todas las escuelas, desde todos los equipos profesionales y desde los medios de comunicación, la próxima generación no tendría necesidad de recurrir al doping porque para ella el objetivo no sería ganar a toda costa sino dar lo mejor de ellos mismos cada día y recorrer el camino lo más honestamente posible, sabiendo que esa es la verdadera victoria de un deportista.

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